
El 2020 será recordado como el año de los cambios y de la adaptación, tanto de las personas como de las empresas. En estos meses, hemos visto como nuestras rutinas y hábitos se veían alterados -en algunos momentos hasta paralizados-, lo que ha provocado que muchos sectores se hayan visto afectados. El sector vitivinícola, al igual que otros muchos, ha sufrido el cierre de la hostelería y los toques de queda en los diferentes países de la Unión Europea, lo que ha afectado directamente a las ventas y al consumo del vino.
En un intento por salvar el sector y reforzar su desarrollo, la Comisión Europea ha lanzado un programa de apoyo con medidas específicas que serán clave para el futuro vitivinícola europeo.
Según ha declarado Janusz Wojciechowski, comisario de Agricultura y Desarrollo, «el sector vitivinícola ha sido uno de los más afectados por la crisis del coronavirus y las medidas de confinamiento correspondientes adoptadas en toda la UE. El primer paquete de medidas específicas de mercado adoptado por la Comisión ya ha prestado un apoyo considerable. No obstante, las incertidumbres que rodean la magnitud de la crisis a nivel de la UE y mundial, así como un estrecho seguimiento del mercado, nos han llevado a proponer un nuevo paquete de medidas para el sector vitivinícola. Estoy convencido de que estas medidas producirán rápidamente resultados concretos para el sector vitivinícola de la UE y pronto proporcionarán estabilidad al sector».
Entre las medidas excepcionales tomadas por la UE destacan tres puntos claves: una autoorganización excepcional de las medidas de mercado, un incremento en la contribución por parte de la Unión Europea a los programas nacionales de apoyo al sector vitivinícola, y la posibilidad de abonar anticipos para la destilación y el almacenamiento en casos de crisis.
- Una excepción temporal a las normas de competencia de la Unión Europea: según el artículo 222 del Reglamento de la organización común de mercados (OCM), la Comisión puede adoptar excepciones temporales a determinadas normas de competencia de la UE en situaciones de desequilibrios graves del mercado. En el momento que nos encontramos, la Comisión ha decidido adoptar una excepción de este tipo para el sector vitivinícola: permitir durante un periodo máximo de seis meses que los agentes económicos se autoorganicen y puedan aplicar medidas de mercado a su nivel para estabilizar su sector, respetando al mismo tiempo el funcionamiento del mercado interior. Algunas de las medidas que podrán adoptar serán planificar actividades conjuntas de promoción, organizar el almacenamiento por agentes económicos privados y planificar conjuntamente la producción.
- Un incremento de la contribución de la Unión Europea: la contribución de la Unión Europea para todas las medidas de los programas nacionales de apoyo aumentará un 10 % y alcanzará el 70 % -anteriormente, la UE ya había aumentado su contribución del 50 % al 60 %-, lo que supondrá una alivio financiero para los beneficiarios.
- El pago de anticipos para la destilación y el almacenamiento en casos de crisis: los Estados miembros podrán abonar anticipos a los agentes económicos para las operaciones en curso de destilación y almacenamiento en casos de crisis. Los Estados miembros podrán utilizar la totalidad de los fondos de su programa nacional de apoyo para este año, ya que los anticipos les permitirán cubrir hasta el 100 % de los costes.
Los productores de frutas y hortalizas también se podrán beneficiar de las medidas de la Comisión Europea, ya que se incrementa la contribución del 50 % al 70 %, lo que proporcionará una mayor flexibilidad a las organizaciones productoras en la ejecución de sus programas.
Por si las medidas anteriormente mencionadas no fueran suficientes, la Comisión sacó dos convocatorias de propuestas para programas de promoción que tienen como objetivo de ayudar a los sectores que se han visto más afectados por la crisis, entre ellos se incluye el vitivinícola.